domingo, 29 de junio de 2008

EL CASO OBRADOIRO

La fumata blanca que debía salir de la sede del Consejo Superior de Deportes el día 13 de junio con la firma del acuerdo entre la ACB, la Federación Española de Baloncesto (FEB) y el Club Baloncesto Obradoiro se ha convertido en una densa humareda negra. Tras meses de reuniones y negociaciones se había alcanzado un acuerdo, plasmado en un borrador, sobre la solución al caso del club santiagués, al que se le privó de un ascenso a la ACB en 1990 y al que el Tribunal Supremo, igual que todas las instancias judiciales anteriores, habían dado la razón.
Para evitar una liga de 19 equipos en la campaña 2008-2009, las tres partes, principalmente por el interés manifestado por Eduardo Portela en la primera reunión, habían acordado aplazar el ingreso del Obradoiro hasta la temporada 2009-2010, en la que se incorporaría a la ACB junto al campeón de la LEB. Habría dos descensos y la liga quedaría compuesta por 18 clubes. No sólo se alcanzaba un acuerdo deportivo, sino que todos los implicados renunciaban a reclamar judicialmente daños y perjuicios. La Federación, en ese aspecto, era la mejor parada, ya que se libaraba de la demanda del Obradoiro, que renunciaba a una reclamación que –tomando como referencia los movimientos económicos del Júver Murcia (el equipo que le suplantó en la ACB)– podía superar los 60 millones de euros, y de la ACB.
Pero el día 12 todo saltó por los aires. La ACB se negó a firmar el acuerdo porque no estaba conforme con el formato de los ascensos y descensos que le había facilitado la Federación para la próxima temporda. Para sorpresa de todos, la FEB aprobó en su asamblea que los ascensos y descensos en LEB serían como hasta ahora: dos plazas para subir a ACB. Ante la posibilidad de tener la temporada que viene una liga de 19 equipos, la ACB no sólo paralizó el acuerdo sino que decidió enviar la documentación al club santiagués para que se inscriba para la temporada 2008-2009. Pese a que no quería de ninguna manera una liga de 19 equipos, la ACB pretende que el Obradoiro se inscriba antes del 15 de julio. Una posibilidad que el club no contempla y que había descartado el 1 de mayo cuando sus dos interlocutores dieron por bueno un aplazamiento que convenía a las tres partes. Al garete meses de reuniones, contactos y buenas voluntades.
Otra vez contra las cuerdas
En una extraña jugada de tahúres por parte de dos de los tres jugadores implicados, el Obradoiro volvía a quedar en la situación más incómoda en la partida que mantiene desde hace casi 20 años con la ACB y Federación. Aunque una vez más el club santiagués, sin patrocinador y sin haberse preocupado por el mercado ante la demora pactada de un año, parece estar contra las cuerdas, tiene varias bazas a su favor.
Por un lado, una carta de la Federación del mes de junio en la que se le comunica su entrada en la Liga ACB, tal y como se acordó, en la 2009-2010. Por otra, el amparo judicial. El juez del Tribunal Supremo ha estado al tanto durante estos meses de todos los movimientos para que se hiciera efectiva la sentencia y conoce de primera mano las estrategias que han utilizado FEB y ACB en lo que parece un claro interés por entorpecer el reconocimiento de derechos del Obradoiro. Y, por si acaso, el juez decreta en un auto que el club tiene que participar en la 2008-2009 y se guarda una baza en la recámara para poder comenzar la liga en la temporada.

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